El día 8 de noviembre de 2009, a las 11 horas tuvo lugar la celebración de la dedicación de la Iglesia de San José y Camarín de Jesús, para el culto exclusivamente cristiano, por parte del obispo de la Diócesis de Jaén Mon. D. Ramón del Hoyo López.
Con esta dedicaciónque se realizó de modo solemne no es sino la restauración del culto que ya se realizaba en el antiguo convento de “San José” de los PP. Carmelitas descalzos, ubicados en esta iglesia desde que fuera fundado en 1588 por el Obispo D. Francisco Sarmiento de Mendoza. Ahora ya el edificio renovado vuelve a recuperar la función para la fue creado y ofrecer de nuevo a la veneración de los fieles la imagen de “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, en el mismo lugar donde desde el principio recibió su culto, acompañado de Nuestra Señora de los Dolores, San Juan y la Verónica.
El acto comenzó con el descubrimiento de una placa conmemorativa situada en el patio de entrada a la iglesia por parte del Obispo, en presencia del Capellán de la cofradía, el Hermano Mayor, el Vice-hermano, Administrador y Secretario.
En este momento una vez revestido el Obispo, en procesión con los presbíteros concelebrantes y demás ministros en procesión desde el lateral de la Iglesia se dirigieron a la entrada principal precedidos todos por el crucífero. Al llegar a la puerta entró en primer lugar el Obispo junto con el Hermano mayor y la Vocal de cultos, detrás entraron los demás dirigiéndose todos al presbiterio para dar comienzo al rito inicial.
Después de unas palabras de Mons. D. Ramón del Hoyo a los asistentes, el Hermano Mayor entregó simbólicamente las llaves del templo a éste, el cual a su vez las entregó al presbítero encargado por él del culto en ella.
Comenzaba entonces el rito de la bendición y aspersión del agua. Al igual que los creyentes nos convertimos en templo de Dios al recibir sucesivamente el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, el edificio que este momento fue dedicado para culto cristiano, fue rociado primero con agua y luego más tarde con crisma.
El Obispo procedió a bendecir el agua con la cual procedió aspergear los muros de la iglesia y el altar, luego roció a la asamblea en recuerdo del Bautismo y señal de purificación, regresando a su cátedra para cantarse a continuación el Gloria, terminando con una oración el rito inicial.
Empezaba la liturgia de la palabra, el Obispo hizo entrega al primer lector del leccionario de la misa, dirigiéndose éste al ambón donde comenzó la proclamación de las lecturas.
Lectura del libro de Nehemías (8,1-4a.5-6.8-10)
En aquellos días, todo el pueblo se congregó como un solo hombre en la plaza que hay ante la puerta del agua.
Dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el Señor había prescrito a Israel. Esdras trajo el libro a la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender. Era el día primero del mes séptimo. Leyó el libro en la plaza que hay ante la puerta del agua, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres, mujeres y de los que podían comprender;
y todo el pueblo estaba atento al libro de la ley. Esdras, el escriba, estaba de pie sobre un estrado de madera, que habían hecho para el caso.
Esdras abrió el libro a vista del pueblo, pues los dominaba a todos,
y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso en pie.
Esdras pronunció la bendición del Señor Dios grande,
y el pueblo entero, alzando las manos, respondió: «Amén, Amén»;
se inclinó y se postró rostro a tierra ante el Señor.
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad
y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura.
Nehemías, el Gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba,
y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero:
– «Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis»
(porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la ley).
Y añadieron:
– «Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene preparado, pues es un día consagrado a nuestro Dios.
No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza».
Salmo responsorial (18B,8-9.10.15)
R/. «Tus palabras, Señor, son espíritu y vida» (D. Cols)
La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R/. «Tus palabras, Señor, son espíritu y vida»
Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
R/. «Tus palabras, Señor, son espíritu y vida»
La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
R/. «Tus palabras, Señor, son espíritu y vida»
Que te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditad de mi corazón, Señor, roca mía, redentor mío.
R/. «Tus palabras, Señor, son espíritu y vida»
Segunda Lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,9b-13.16-17)
Hermanos: Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo como hábil arquitecto coloqué el cimiento, otro levanta el edificio.
Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.
Encima de ese cimiento edifican con oro, plata, piedras preciosas o con madera, heno o paja. Lo que ha hecho cada uno saldrá a la luz; el día del juicio lo manifestará, porque ese día despuntará con fuego y el fuego pondrá a prueba la calidad de cada construcción.
¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios , Dios lo destruirá a él;
porque el templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros.
Aclamación al Evangelio:
En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.
Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: – «Zaqueo, baja en seguida,
porque hoy tengo que hospedarme en tu casa». Él bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo: – «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor:– «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más».
Jesús le contestó: – «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Proclamada la palabra llegó la Homilía por Mon. D. Ramón del Hoyo, que reproducimos a continuación.
1. Reitero mis saludos del inicio de esta solemne celebración, sacerdotes, autoridades y fieles devotos de la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús. Ha sido un gran acierto y por ello debemos felicitarles, una vez más, al Hermano Mayor, Junta de Gobierno y Hermanos de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, haber programado en tres fechas distintas el definitivo traslado de la Imagen de Nuestro Padre Jesús a su Camarín en esta Iglesia. Tras de un largo recorrido no exento de dificultades, pero lleno también de generosos logros, el pasado día 30 de octubre, bajo la presidencia de la Ilma. Señora Alcaldesa de la ciudad, se procedió a la inauguración y entrega de este precioso edificio rehabilitado y restaurado, a la Real Cofradía, por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, como Sede de la imagen de Nuestro Padre Jesús y lugar de culto para sus numerosos devotos. Hoy, 8 de noviembre, declaramos a esta Iglesia Santuario de Nuestro Padre Jesús y procedemos a su solemne Dedicación para su culto. Verán que es una ceremonia llena de simbolismos religiosos muy profundos. Desde esta fecha, Jesucristo permanecerá ya en el Sagrario, de forma sacramental, y darán inicio cultos litúrgicos, para lo que ya dispone también el Santuario de Capellán, que tengo interés en presentar ante ustedes, el sacerdote D. Antonio Aranda Calvo. La tercera fase del programa de la Cofradía será, como saben, el solemne traslado desde la Catedral hasta esta su Casa, el próximo día 27 de este mismo mes, de la imagen, con una solemne procesión. Y en este Templo que hoy dedicamos al Señor, permanecerá ya ¡ojalá por muchos siglos! En espera de nuestras citas y visitas con él, a través de su impresionante imagen de Jesús cargado con la cruz. Todo es alegría y gozo. Sentimos el final de un recorrido bien hecho, que el pueblo de Jaén esperaba, deseaba y que sabrá valorar. Pero intuimos también, al mismo tiempo, que comienza una nueva historia en esta devoción que, entre todos hemos de custodiar, vivir y transmitir a otras generaciones. 2. Se habrán fijado que antes de escuchar las tres lecturas, del libro de Nehemías (8, 2-4ª. 5-6. 8-10), Carta del Apóstol San Pablo (1 Co 3, 9b-13. 16-17) y del Evangelista San Lucas (Lc 19, 1-10), se han acercado al Obispo con el libro sagrado, el Leccionario, dos lectores. El Obispo, de pie y con toda solemnidad, ha tomado en sus manos el Leccionario y, mostrándolo al pueblo, ha pronunciado estas palabras: “Resuene siempre en esta Casa la Palabra de Dios, para que conozcáis el misterio de Cristo y se realice vuestra salvación dentro de la Iglesia.” El Obispo ha entregado el Leccionario al primer lector, quien se ha dirigido al ambón llevándolo en alto, a la vista de todos, y ha proclamado la Palabra de Dios ante el pueblo, como un día lo hizo el Escriba Esdras ante el pueblo de Israel. También los levitas, hemos escuchado, leían el libro de la Ley ante los congregados y explicaban su sentido. Decían a los israelitas: “Hoy es un día consagrado a nuestro Dios... No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es nuestra fortaleza.” Después de los siglos, hemos repetido el mismo gesto. El nuevo pueblo de Dios sigue escuchando su ley, sus enseñanzas, y las recibe con gozo. Canta también el mismo salmo del pueblo de Israel: “Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.” 3. En la segunda lectura, del Apóstol Pablo, que acaba de sufrir un fuerte fracaso en su predicación en Antenas, se presenta en Corinto a presentar el mismo mensaje: el Evangelio de Jesucristo y a éste crucificado. Les dice sin rodeos que es mirando a Jesucristo con su cruz donde mejor se cumple y puede apreciarse el amor que Dios nos tiene. Se hizo hombre y murió por nuestra salvación. Esta era la noticia, la Buena Noticia que quería comunicar a los ciudadanos de aquella gran ciudad de Corinto. Y quiso hacerlo, más que con argumentos y razones, por lo que en parte había fracasado en Atenas, con su propia vida, como hizo Jesús. Por su muerte en la cruz, Jesucristo es nuestro salvador y lo es de cada persona humana. Para Dios nadie es anónimo. Por Jesucristo llega a todos, uno por uno, el amor de Dios, por eso concluirá San Pablo: Jesucristo es el único y verdadero cimiento del creyente, que formamos juntos el gran templo de Dios. Nos anima y exhorta, como a los de Corinto, a mirar en nuestra vida “si edificamos sobre este cimiento” , y nos recuerda al mismo tiempo que estamos llamados, cada uno, a colaborar en la edificación de este gran templo que forman tantas piedras vivas con Jesucristo, su Iglesia. Cuando dentro de unos momentos sellemos los muros de este templo con cuatro cruces y la santa unción, el Obispo dirá en alta voz: Que “el Señor santifique con su poder esta casa que vamos a ungir, para que exprese, como señal visible, el misterio de la Iglesia”. Como podrán comprobar, es la misma doctrina paulina que acabamos de escuchar. Este templo material es señal visible del gran templo invisible de Jesucristo y sus discípulos, su Iglesia. 4. Pongamos nuestra atención, finalmente, en el precioso y profundo relato del Evangelista San Lucas (Lc 19, 1-10). Mientras caminaba Jesús por las calles de la ciudad de Jericó, siempre rodeado de gente que quería escucharle, alzó su vista hacia una higuera, en la que se había encaramado Zaqueo. Era pequeño de estatura y también quería, al menos, verle. Con gran sorpresa seguramente por parte de todos, y seguramente mayor en Zaqueo, Jesús le llama, aunque era un publicano, y, por tanto, un pecador oficial, conocido por todos. Buen ejemplo el de Zaqueo para nosotros que a menudo nos quedamos “abajo”, centrados sólo en nuestras preocupaciones y nuestras cosas. Sin embargo, para ver a Jesús, para encontrarnos con Él, es necesario salir de nosotros y dejarnos interpelar por Jesús, por su amor, por su dulce y penetrante mirada. Si Zaqueo quería verlo, casi a escondidas, Jesús fue mucho más allá, deseaba encontrarse con Él y darle la salvación. Tras de la invitación de Jesús, Zaqueo baja de aquel árbol a toda prisa y lo acoge en su casa con alegría. Aquel encuentro cambió el corazón de Zaqueo. Era ya una persona feliz, con un corazón nuevo para sí y para quienes le rodeaban. La vida de Dios comenzó a inundar el templo interior de aquel hombre, como de tantos a lo largo de la historia. Estas palabras son también una invitación muy personal y directa para postrarnos y buscar la mirada de Nuestro Padre Jesús, el Hijo de Dios, con un corazón sencillo y humilde como el de Zaqueo. Es ahí donde Dios transforma y hace maravillas. Su vida se instala en nuestro pequeño templo personal. 5. Hermanas y hermanos todos. Somos hoy testigos privilegiados de la Dedicación de este Santuario para el Señor. Nuestro Padre Jesús estará siempre dispuesto para recibirnos, escucharnos, renovarnos interiormente y, desde su imagen venerada, nos indicará su presencia real sacramental en la Eucaristía y el sacramento del perdón. También la Santísima Virgen de los Dolores nos ayudará como Madre a este encuentro de amor con su Hijo. Demos gracias a Dios. Gracias también a quienes han hecho posible esta gozosa realidad. ¡ Nuestro Padre Jesús y María Santísima de los Dolores, rogad por nosotros! Amén.
Finalizada ésta toda la asamblea rezó el Credo, comenzando la oración de la Dedicación y Unción.
Se iniciaba con el rezo de la Letanía de los Santos, para acto seguido por parte del Obispo proceder a decir la oración de la Dedicación, con ésta se expresó la voluntad de dedicar para siempre el edificio al Señor, pidiendo que lo bendijera.
El ritual continuaba con la unción de las paredes de la iglesia con el Santo Crisma, con ello la iglesia significa está dedicada toda entera y para siempre al culto cristiano. Y procedió a realizar cuatro cruces en distintos lugares del templo para significar la edificación de la Iglesia sobre los cuatro Evangelios.
Procedió entonces a incensar la nave de la iglesia significando con ello que llegaba a ser casa de oración, pero antes procedió a incensar a los asistentes como templos vivos, ya que cada uno de nosotros somos un altar espiritual.
Terminó por incensar el altar, para significar que es allí donde se perpetúa la oración de Cristo y su sacrificio, con esto terminaba la Dedicación y bendición del Altar y comenzaba la liturgia Eucarística.
En este momento los ministros procedieron a cubrir el altar con el mantel, lo adornaron con flores y colocaron los dos candelabros con los cirios requeridos para la celebración de la misa. Los mismos fueron encendidos con un cirio que previamente había sido entregado al Obispo con estas palabras "Brille en la Iglesia la luz de Cristo para que todos los hombres lleguen a la plenitud de la verdad.
Se procedió al rito de la comunión, con la bendición del pan y el vino.
Repartida ésta se dejó sobre la mesa del altar el copón con el Santísimo Sacramento, el Obispo una vez lo incensó, luego con el velo humeral tomó el copón y se dirigió al Sagrario acompañado del Capellán donde procedió a depositarlo, con ello quedaba inaugurado el mismo, entregando la llave del mismo para su custodia.
El Capellán en este momento a encendió una lámpara que arderá continuamente indicando la presencia del Señor.
Volvió el Obispo al prebisterio para dar la bendición final, si bien antes el Hermano mayor dirigió unas palabras a los presentes, procediendo antes a la lectura del decreto que reproducimos,
Mons. RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ Obispo de la Diócesis de Jaén DECRETO:
1.- El día 19 de octubre de 2000 el Excmo. Señor Obispo de esta Diócesis, D. Santiago García Aracil, autorizó a la Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, de la Ciudad de Jaén, el futuro traslado de la imagen de Nuestro Padre Jesús, desde su actual ubicación en la S. Iglesia Catedral de Jaén a su anterior Camarín en la Iglesia Conventual de San José de los Descalzos, si se llevara a cabo la recuperación y se acometieran los trabajos de restauración de la misma por parte del Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de Jaén,
2.- La Cofradía expresada celebró Asamblea General ordinaria de Cofrades, el 19 de noviembre del mismo año, bajo la presidencia del Capellán. M.I. Sr. D. Jesús Simón Peinado Mena, Delegado Episcopal de Cofradías y Hermandades, M.I. Sr. D. León Suárez Palomares, Hermano Mayor, D José María Mariscal, Secretario, D. Prudencio Villar Sánchez, Junta de Gobierno y 220 Cofrades, entre los 85 Compromisarios y 135 de Pleno Derecho. Aprobaron, por unanimidad el traslado de la imagen al lugar indicado si las gestiones para la recuperación del Camarín de Jesús se llevaban a cabo por el Excmo. Ayuntamiento,
3.- El día 13 de julio de 2009 el Hermano Mayor de la Cofradía, D. Prudencio Villar Sánchez, presentó en el Obispado una Resolución de la Alcaldía del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad, de fecha 25 de mayo del mismo año, con el Documento Administrativo de Cesión Demanial, a favor de la Cofradía expresada sobre uso del inmueble de la Antigua Iglesia de San José y Camarín de Jesús, a Título gratuito, por 75 años, declarándose a esta Cofradía como Entidad de Utilidad Pública local. Se solicitaba el beneplácito para ello del Obispo diocesano, con el fin e proceder a la firma de este acuerdo entre representante del Excmo. Ayuntamiento de Jaén y de la Real Cofradía,
4.- Por Decreto del día 23 del mismo mes de julio, previos los informes correspondientes que obran en el expediente del Excmo. Cabildo, Consejo Episcopal, Delegación Episcopal de Cofradías y Secretaría de la Junta de Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal Española, se otorgó, por mi parte, el beneplácito favorable sobre cesión de uso del inmueble, a título gratuito por 75 años, a los fines y en los términos expresados,
5.- El pasado día 30 de octubre bajo la Presidencia de la Iltma. Señora de la Ciudad, D.ª Carmen Purificación Peñalver; Excmo. Señor Secretario de Estado de Cooperación Territorial, D. Gaspar Zarrias; Iltma. Señora Vice Consejera de Cultura, D.ª Isabel Muñoz; representación de la Corporación Municipal, otras autoridades civiles, académicas, militares y eclesiásticas, en presencia del Obispo de la Diócesis, Hermano Mayor de la Cofradía, gran número de Hermanos Cofrades de Nuestro Padre Jesús, Presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén y otras representaciones, se procedió al solemne acto e inauguración y entrega de las obras de recuperación de la Iglesia Conventual de San José de los Descalzos y Capilla de Nuestro padre Jesús, como Camarín “muy digno” para el próximo traslado de su imagen desde la S. I. Catedral y destino de esta Iglesia para su culto y veneración,
6.- A propuesta del Hermano Mayor y de la Cofradía, y Vicaría General del Obispado de Jaén se acordó proceder a la Bendición de esta Iglesia Conventual de San José y Capilla de Nuestro Padre Jesús, el día 8 de noviembre y, al solemne traslado de la imagen, desde la Catedral a su Camerino e Iglesia, con el conocimiento oportuno del Cabildo y del Rvdo. Señor Párroco de la Iglesia de la Merced, el día 27 del mismo mes, Viernes,
A la vista de los hechos precedentes y previas las consultas requeridas en derecho, a tenor de lo dispuesto en los cánones 1215 § 1 y 2; 1205- 1211; 1230 y 1332 § 1, 2; 565, 567 § 2 y 571 del Código de derecho canónico, en virtud de nuestras facultades ordinarias, por el presente,
DISPONGO:
A- Proceder a la Dedicación de la antigua Iglesia de San José de los PP. Carmelitas Descalzos de Jaén, destinada para Camarín de Nuestro Padre Jesús y con culto estable a favor de sus fieles devotos, el próximo día 8 de noviembre, conforme al Ritual, por entender que servirá al bien de los fieles y que es de prever, con fundamento, que no faltarán los medios para sostener en ella el culto divino.
B- Autorizar el solicitado traslado procesional de la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús desde la S. Iglesia Catedral de Jaén, hasta el Camarín de la Iglesia expresada, invitándose para ello a los incontables devotos en la Ciudad de Jaén al solemne e histórico acto, levantándose la correspondiente acta por el Cabildo Catedral de su traslado y por el Canciller Secretario del Obispado sobre la nueva ubicación de esta singular imagen.
C- Declarar Santuario local a esta Iglesia, antigua Sede y Camarín de la Imagen de Nuestro Padre Jesús, en razón del culto que se le tributa y la gran veneración por parte del pueblo fiel, apoyada en todo momento por la Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores.
D- Constituir una Junta Rectora, integrada por el Rector del Santuario, que lo será el Iltmo. Señor Deán Presidente de la S. I. Catedral de Jaén, el Hermano Mayor de la Cofradía, Vice- Hermano Mayor, Administrador y Secretario, , más otros tres Cofrades elegidos por su Junta de Gobierno, el Rvdo. Sr. Cura Párroco de la Iglesia de la Merced y el Rvdo. Sr. Capellán.
Encomiendo a esta Junta Rectora la elaboración, cuanto antes, del correspondiente Estatuto del Santuario que será sometido a consultas antes de su aprobación por mi parte (Cf. can 1232 § 1 y 2)
E.- Nombrar Capellán al M. I. Sr. D. Antonio Aranda Calvo, Consiliario de la Cofradía y Canónigo de la S.I. Catedral, para la atención pastoral del Santuario, con todas las facultades.
Será responsable de la celebración, por sí o por otros, de los cultos que se acuerden, de la organización de las funciones litúrgicas y atención a los confesionarios, en coordinación con la Junta Rectora y Parroquia.
Recogerá, anotará y dará cumplimiento a las solicitudes y estipendios de Misas, en la forma canónica, abriéndose libro específico para tales fines, que estará a su cargo. (cf. cans. 945- 958)
Comuníquese, por el Canciller Secretario del Obispado, al Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de Jaén, Hermano mayor de la Cofradías, Excmo. Cabildo Catedralicio, Capellán, Párroco de la Iglesia de la Merced y RR. Padres Carmelitas Descalzos de Úbeda, a los efectos oportunos. Archivándose originales en la Curia Diocesana y publíquese en el Boletín Oficial del Obispado.
Dado en Jaén a cinco días del mes de noviembre de dos mil nueve.
X RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ
Obispo de Jaén
Por mandato de S.E.Rvdma.
Antonio Javier Cañada Morales
Canciller- Secretario
Terminada la intervención del Hermano Mayor se le entregó una placa como recuerdo del acto a Mon. D Ramón del Hoyo, recibiendo los asistentes la Bendición.