.

 

Reproducimos a continuación las palabras pronunciadas por la presentadora

del Cartel Madrugada 2017, Dª Maria Amparo López Arandia

 

CARTEL MADRUGADA 2017

Sr. Presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, Sr. Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Sr. Vocal de Publicaciones de la Cofradía, señor capellán, cofrades y amigos todos:

Se me encomienda, en este 2017, presentarles el cartel Madrugada de este año, que nos acompañará durante la presente Cuaresma como expresión visual de nuestra fe hacia nuestras imagenes titulares, ornamentando las calles de Jaén y nuestros hogares, signo de viva manifestación de la más arraigada devoción jaenera.

La obra que todos ustedes pueden contemplar en este instante –y que solo unos privilegiados, como la que les habla hemos podido visionar previamente- resume, sin duda, la idiosincrasia de la devoción hacia Nuestro Padre Jesús.

Y así, nos encontramos ante una fotografía de autor giennense, puesto que su responsable, José Pegalajar Armenteros, es natural de nuestra ciudad, donde nació en 1969, pero ejemplo elocuente de los muchos giennenses que un día tuvimos que emigrar, haciendo nuestra vida diaria en otro lugar, como José hizo en la provincia de Toledo. Jaenés que, a pesar de la distancia, como bien ejemplifica la imagen ante la que nos encontramos y este cartel, no ha olvidado sus raíces que siguen vivas en tradiciones ancestrales e impertérritas como el culto hacia el titular de nuestra cofradía.

De hecho, José Pegalajar ha logrado aunar en esta ocasión, y como trasfondo de la imagen que hoy presentamos, tres referencias vitales en su vida. En primer lugar, su pasión por la fotografía, convertida de afición en profesión desde el año 2010, actividad que le ha reportado diversos premios y reconocimientos a nivel nacional, así como la posibilidad de formar parte activa de asociaciones profesionales como Unionweb, un verdadero referente a nivel europeo en el campo del reportaje social, dentro de este mundo profesional. En segundo, sus raíces giennenses –porque qué mayor símbolo giennense puede existir que Nuestro Padre Jesús- y por último, pero no menos importante, y obviamente ligado al anterior, su pasión por nuestra Semana Santa, nuestra Semana Mayor, que alcanza en la Madrugada del Viernes Santo su momento álgido, cuando el fervor popular se une al recogimiento, cuando Jaén solo tiene un nombre en mente:  Jesús, y una necesidad: el buscar a Jesús de los Descalzos en cada rincón: la salida de su camarín, el transitar por los evocadores cantones –tan reproducidos por nuestros pintores-, el paso por el Arco de San Lorenzo, el ansiado encuentro entre Jesús y su Madre, que Dolorosa, mira a su Hijo en espera del cumplimiento de la palabra de Dios en la plaza de Santa María, con nuestra imponente catedral como testigo privilegiado, para encaminarse hacia el otrora arrabal de las Monjas, nuestro castizo barrio de San Ildefonso, donde llegará el amanecer y el lento camino de retorno a su casa en la Carrera de Jesús.

Y es en uno de estos momentos inolvidables para cualquier fiel devoto, el del Encuentro, donde nos sitúa José Pegalajar. Donde Jesús Nazareno, camina en soledad, hacia el Calvario, con la única ayuda del Cirineo, en un lento preludio de su muerte en la cruz para hacer cumplir la profecía. Instante que magistralmente ha captado Pegalajar a través de ese haz de luz que nos dirige nuestra mirada hacia el trono de Nuestro Padre Jesús, en medio de un espacio en oscuridad, que hace imposible identificar –si no lo sabemos previamente- dónde nos encontramos.

Sin duda, es ahí donde radica uno de los grandes aciertos del cartel Madrugada 2017: el recordarnos que lejos del boato, de efectismos, de ornatos…, lo verdaderamente importante de la Madrugada jaenera es simple y sencillamente Él, Jesús de los Descalzos, que porta su cruz por las calles de nuestro Jaén, acompañado única y exclusivamente por el Cirineo que le ayuda a portar su cruz.

Imagen evocadora, de sentido recogimiento la plasmada por José Pegalajar, pero que sin embargo, lejos de lo que pudiéramos pensar en un primer momento a partir de una veloz contemplación del cartel, nos anuncia que no, que Jesús no recorrerá solo, junto al Cirineo, las calles de nuestra ciudad, porque como describiera Mari Carmen Rueda:

“El corazón estará en silencio,

La noche será eterna,

Mas la ciudad engalanada

Estará toda ella despierta”.

         

Y así es, tal y como señalan estos versos. Porque apenas miramos a nuestro alrededor, apenas alejamos la mirada del foco de luminosidad que nos lleva hacia el Señor de Jaén, advertimos que, efectivamente, el Nazareno no camina solo, que en su transitar es acompañado por toda una ciudad que, despierta, vive la Madrugada intentando captar el momento, intendo evitar el tempus fugit, en la necesidad de hacer perdurar en la memoria visual y colectiva la simbiosis de Cristo con su ciudad de Jaén.

          Casual o intencionado –porque debo confesar que esta presentadora lo desconoce- José Pegalajar ha plasmado en su fotografía la unión de los giennenses con una de las principales devociones de la ciudad, la unión y fusión de una tradición y devoción de siglos con la Modernidad, con el signo de los tiempos en los que vivimos: los destellos que rompen la oscuridad son la muestra más evidente de ello. La lucha de los flashes, de los móviles por inmortalizar el instante, que de forma ejemplificadora llegamos incluso a advertir en primer término, en esos brazos que se alzan en busca de la instantánea que recordar, de la imagen capturada que enviar al familiar que no pudo llegar a tiempo, a los padres o abuelos que enfermos, no podrán acompañar a Jesús en su desfile procesional en esta ocasión, al amigo que alejado cientos o incluso, miles de kilómetros no podrá compartir en vivo el fervor del Encuentro y que con solo una imagen se sentirán un poco más cerca de Él, de su protección.

El cartel Madrugada 2017 se nos presenta, así, como una elocuente síntesis visual de cada Viernes Santo, como una plasmación en imagen de la profusión de sentimientos que afloran cada Madrugada giennense, cuando ni la modernidad de los tiempos, ni las formas de vida superfluas y materiales que en esta sociedad actual se intentan implantar han conseguido suplantar la necesidad de los vecinos de Jaén por detenernos a mirar hacia nuestro interior, por reencontrarnos con el ejemplo vivo transmitido por Cristo, por revivir puntualmente, como cada año, desde hace más de cuatro siglos, nuestro encuentro con Dios Padre a través de la imagen de su Hijo que transita inevitablemente hacia la muerte anunciada.

Aprovechemos, por tanto, la contemplación de este cartel Madrugada para reflexionar sobre lo verdaderamente importante: para descubrir que también nosotros en esta Cuaresma tenemos la posibilidad de convertirnos en ese Cirineo que, como en esta imagen que hoy presentamos, acompaña fielmente a todo aquel Hijo de Dios, que porta su cruz. Que así sea.