.

 

 

REVISTA nº 36 JESUS NAZARENO 2017

 El 4 de marzo, en el salón de actos de la Real Sociedad Económica de Amigos del país, tuvo lugar la presentación del número 36 de la revista Jesús Nazareno 2017 y el XVIII Cartel Madrugada   fue presentado por Dª MARIA AMPARO LOPEZ ARANDIA, archivera de  nuestra Cofradía. Reproducimos las palabras de presentación en dicho acto.

También hoy me corresponde presentarles un nuevo número, el 36 ya, del boletín Jesús Nazareno, sin duda, una de las publicaciones cofrades giennenses de mayor raigambre, tanto por su larga vida, como por el peso de la publicación en sí –baste con una simple mirada comprobar que el volumen, en esta ocasión, queda conformado por 159 páginas, lo que sin duda lo convertirá en una de las publicaciones de mayor extensión en la Cuaresma giennense-; sin olvidar, obviamente, el valor de una publicación como Jesús Nazareno, que representa uno de los soportes fundamentales para la difusión del culto y devoción a nuestros titulares, pero también erigida en viva transmisora de las actividades que diariamente, a lo largo de todo el año, y de forma callada en muchas ocasiones, se promueven desde nuestra hermandad, una divulgación que, a través de medios como este boletín trasciende los límites de nuestra ciudad y nuestra provincia para llegar al último rincón donde reside un cofrade o un amante de nuestra Semana Santa giennense que así lo reclame.

          Desglosemos, pues, el volumen que en breve todos ustedes tendrán oportunidad de disfrutar.

          Y qué mejor manera para abrir nuestro boletín que contemplar una magnífica imagen de Nuestro Padre Jesús, en una soberbia obra pictórica de Jesús Caballero, joven graduado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla –donde terminó sus estudios en 2014-, quien a pesar de su juventud, atesora una relevante trayectoria tanto a nivel investigadora –baste citar al respecto, que forma parte del grupo de investigación ARTANA, dirigido desde la Universidad de Sevilla, o que en estos momentos se encuentra desarrollando su tesis doctoral en la Universidad de Jaén-, como una aunque incipiente, más que sólida carrera profesional, con una especialización en la pintura cofrade, respaldada por la obtención de numerosos premios y distinciones, caso del concurso de Semana Santa de Barbate 2014, organizado por la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Barbate, en Cádiz, o la consecución del primer premio en el Concurso Cartel Resucitado Utrera 2015, convocado por la cofradía homónima sita en dicha localidad sevillana, por citar únicamente dos ejemplos.

          Y es que en apenas cuatro años de trayectoria profesional, Jesús Caballero ya ha dejado una profunda huella en el mundo cofrade andaluz, con obras que han quedado plasmadas en los más divesos soportes, desde el banderín de la Agrupación Musical Santa Cecilia de Sevilla, a un importante volumen de carteles tanto de Pasión, como de Gloria. Sevilla, Barbate, El Puerto de Santa María, Utrera, Martos, Alcaudete, Málaga, Carmona, Jaén –donde no lo olvidemos, fue el responsable en 2016 de acometer el cartel de las fiestas de la Virgen de la Capilla- han contado ya con su maestría artística, en una carrera que no solo se nos presenta ya como prometedora y de alto alcance –baste darnos cuenta, de nuevo, de la amplitud geográfica conseguida por su producción pictórica-, sino como una firme realidad que no hace sino progresar, preludiando que el de Jesús Caballero es ya un nombre y una firma a tener muy presente en el mundo artístico cofrade.

          Un lujo, por tanto, que nuestro boletín cuente con una portada salida de su mano.

          La imagen ante la que nos encontramos, el perfil de Nuestro Padre Jesús, desde un punto de vista que todos los devotos tenemos en mente, puesto que es la visión que habitualmente tenemos de Jesús de los Descalzos sobre todo durante su desfile procesional por las calles de Jaén, representa, sin duda, una magnífica obra de carácter realista, acometida en grafito y laminada en pan de oro sobre tabla.

Poco más se puede añadir de este minucioso y delicado retrato que a pesar de su simplicidad, donde solo se ha recurrido al blanco y negro para trazar la imagen principal, únicamente jugando con el contraste de la greca en pan de oro que lo acompaña, denota una altísima calidad, que nos sitúa ante un retrato que prácticamente cobra vida, una imagen que parece que hasta podemos tocar, que cuando fijamos la atención sobre ella, da la impresión de que sale de la publicación, gracias a la perfecta captación volumétrica de su contorno.

         

Una pintura que, sin duda, quedará en la memoria colectiva de nuestra hermandad, trascendiendo de ser meramente una portada más, que sirve de pórtico a nuestra publicación anual, al haber sido capaz de adquirir una idiosincracia propia.

          Bien elevado queda el listón, por tanto, desde el primer contacto con nuestro boletín, aún sin haber abierto sus páginas –sus 159 páginas, volvamos a insistir-.

          Un número en el que el cambio en la Junta de Gobierno de nuestra cofradía, tras las elecciones celebradas en 2016, ha conllevado el lógico cambio, como por otra parte suele ser habitual, en el consejo de redacción de la misma, ahora bajo la dirección de Juan Ramón Ruiz. Ardua labor, la del consejo de redacción, que ha logrado dar forma a un boletín tan voluminoso como el que hoy presentamos, alcanzando casi un perfecto equilibrio entre las nueve secciones que, tras los habituales editorial, carta pastoral y saludas del hermano mayor y de nuestro capellán, estructuran el contenido de la publicación.

          Sin duda, ya la propia editorial, nos avanza los que sin duda son algunos de los ejes sobre los que gira el boletín Jesús Nazareno 2017 y que podríamos resumir en tres. En primer lugar, un año marcado en nuestra cofradía, por la andadura de una nueva junta de gobierno, encabezada por Ricardo Cobo López, que se encuentra ante nuevos retos a los que se abre, como el propio editorial remarca, posicionándose ante “una nueva esperanza”. En segundo lugar, un año donde el recuerdo y la nostalgia hacia todos los cofrades que nos dejaron, pero especialmente aquellos que tanta huella dejaron en nuestra cofradía por su activa participación en ella, se encuentra aún muy presente. Y en tercer lugar, la obligación de convertir este boletín en un espejo de la continua vida de hermandad, que va mucho más allá de los días de trajín en Cuaresma o de la fecha ineludible de la Madrugada y la mañana del Viernes Santo, para servir de ejemplo vivo de la verdadera razón del ser cofrade, resumido, elocuentemente, en la activa participación y labor de los distintos grupos –Infantil, Joven, Promitentes- y Secciones –Caridad y Convivencia, Formación, Culto y espiritualidad, Publicaciones…- que integran nuestra realidad asociativa, cuestiones sobre las que nos detendremos algo más con posterioridad.

          Tres colaboraciones sirven de antesala a estos ejes que acabamos de señalar. Tres colaboraciones que no por ser habituales y obligadas en cualquiera de nuestros boletines no han de ser tenidas en cuenta ni merecer nuestra atención, como son la carta pastoral de nuestro obispo, don Amadeo Rodríguez Magro, que será acompañada por los pertinentes saludas tanto de nuestro hermano mayor, como de nuestro capellán, don Antonio Aranda.

          Don Amadeo nos anima a convertir nuestro desfile procesional en una verdadera experiencia, en ejemplo vivo del mandato de Cristo a sus apostóles ese tan renombrado “id y anunciad el evangelio”, retomando las propias recomendaciones del papa Francisco para difundir públicamente el mensaje de Dios como nuevos misioneros, una labor que cobra especial relevancia en un mundo como el actual en el que en muchas ocasiones olvidamos lo realmente importante para dejarnos llevar por la superficialidad. Y es sobre ello, sobre lo que nos anima a hacer hincapié don Amadeo: a hacer de la vida cofrade una oportunidad para reencontrarnos con Dios, para actuar como –y cito textual- “cristianos activos, comprometidos y ejemplares”.

          Es de hecho, en torno a esta realidad sobre el ser cofrade hoy, sobre el que se sustentan también los dos saludas que acompañan la carta pastoral de nuestro prelado. Y así, nuestro hermano mayor nos recuerda nuestra razón de ser de comunidad cristiana, de la necesidad del trabajo en unión entre todos y cada uno de los integrantes de esta hermandad, sea cual sea su posición o actividad en ella, como vía para hacer de la Cofradía de Nuestro Padre Jesus “una cofradía dinámica, viva, evangelizadora, caritativa, abierta y humilde en sus preceptos”, según sus palabras, asentándonos en nuestra historia, en nuestro pasado, en nuestra razón de ser que se remonta a siglos pasados, pero con una realidad y actividad que hemos de renovar cada día.

          Preámbulo culminado con el saluda de nuestro capellán, don Antonio Aranda, quien recapitula las diversas actividades llevadas a cabo a lo largo de todo el año cofrade 2016, ejemplificándonos, así, lo ya anunciado por nuestro hermano mayor: que la de Nuestro Padre Jesús es una hermandad activa y dinámica, que por su propia idiosincrasia, y por constituir, qué duda cabe, un símbolo para la ciudad y provincia de Jaén, se erige como punto de referencia indisicutible para nuestra Iglesia diocesana, o en protagonista fundamental en acontecimientos, como el recién terminado año de la misericordia, que convirtieron a nuestro camarín, a nuestra casa madre, en un punto de peregrinación, en una muestra de la reafirmación de nuestra fe cristiana. Una vida en comunidad en la que nuestra Cofradía ha sido parte activa en instantes tan significativos para la diócesis como la celebración del centenario del beato Manuel Aranda, que sin duda ha servido de vía para ligar aún más si cabe a nuestra hermandad con la Iglesia de hoy, llegando a núcleos como Monte López Álvarez o tejiendo aún lazos más estrechos con la acción social desarrollada con los internos del Centro Penitenciario de Jaén, muestra viviente, de nuevo, de nuestra misión comunitaria y anunciadora del Evangelio, no solo con palabras, sino con hechos. Una labor en la que –hay que decirlo, aunque él no lo señale en su saluda- en la que nuestro capellán mucho ha tenido y tiene que decir, siendo el primer comprometido con la labor de guiar a nuestra Hermandad por los senderos de su labor evangélica, en una simbiosis y unión que a las alturas de 2017 es más que una realidad asentada: porque las generaciones cofrades futuras recordarán la existencia de un trío indisoluble que con el paso del tiempo se ha forjado entre don Antonio-nuestra Cofradía-y el camarín de Nuestro Padre Jesús, sin el cual resulta, a fecha de hoy, muy difícil entender el día a día de nuestra congregación. Quizás no sea tan casual que haya sido precisamente ejerciendo como nuestro capellán, cuando don Antonio ha cumplido sus 50 años de labor sacerdotal.

          Culminado este preámbulo a las distintas secciones en las que se organiza el boletín, se abre paso, paulatinamente a cada una de ellas, estructuradas bajo los epígrafes de “Vida de Hermandad”, “Crespones”, “Vocalías y secciones”, “A los pies de Jesús de los Descalzos”, “Sine Labe Concepta·”, “Cuaresma y Viernes Santo”, “Colaboraciones”, “A través de la Historia” y “Cucharillas y cucharones”, donde los textos escritos, en prosa o verso, son acompañados e ilustrados por una cuidada aportación de colaboraciones gráficas salidas de colaboradores habituales de esta revista como Ricardo Armeteros, Manuel Escudero, Juan E. Latorre, Antonio Martínez, Manuel Quesada, Rafael Sánchez, María Dolores Torres, Francisco Vílches y José Pegalajar.

          Vital resulta nuestra sección “Vida cofrade”, donde de manera magistral, por la gran capacidad para aunar síntesis, concisión, claridad con la misión divulgadora, el consejo de redacción consigue resumir a lo largo de cinco artículos lo que ha sido nuestro año cofrade 2016: las actividades realizadas, marcadas por los acontecmientos de la celebración del 275 aniversario de María Santísima de los Dolores y del Año de la Misericordia, o las ya citados centenario del nacimiento del beato Manuel Aranda y el 50 aniversario de la ordenación sacerdotal de nuestro capellán. Cultos y actividades como la Operación HAGA, que supuso la recaudación de más de tres toneladas de alimentos, pero también eventos culturales como la exposición ELLA, celebrada en septiembre de 2016 fueron muestra, más que elocuente, de un diario compromiso comunitario. Año marcado por dos acontecimientos internos en nuestra Cofradía, como la celebración de nuevas elecciones el 25 de septiembre y la consecuente toma de posesión de la nueva junta de gobierno el 22 de octubre, instantes que no podían ser pasados por alto en esta sección, sin olvidar la significativa participación de nuestras costaleras de la Verónica, sostén indiscutible en nuestra Hermandad, en el I Encuentro de la mujer costalera jiennense, muestra vida del peso y protagonismo que la mujer ha alcanzado en la vida diaria de nuestras cofradías y hermandades, sin las cuales resulta ya imposible, entender su realidad, y en la cual nuestra propia Cofradía tiene y tendrá mucho que decir, habida cuenta de que será la responsable de la organización del II Encuentro de Mujeres Costaleras de Jaén.

          Con sentido pesar en el presente número del boletín Jesús Nazareno la sección “Crespones”, dedicada a las necrológicas y obituarios de nuestros cofrades desaparecidos adquiere, en esta ocasión, un gran protagonismo y peso. Ya lo advertimos al inicio de nuestra presentación, cómo el triste fallecimiento de personajes muy significativos para nuestra Hermandad constituye, de hecho, uno de los ejes sobre el que gira toda la publicación, en los que en reiteradas ocasiones se alude a nombres sin los cuales sería –y será- impensable hablar de la historia más reciente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, como el de nuestra añorada camarera mayor Mª Dolores Torres Almazán, Lola para todos, cuya profunda huella en nuestra hermandad queda más que patente por el hecho de que se le dediquen hasta tres obituarios distintos en esta revista, o Manuel López Pérez. Pero lamentablemente, no han sido los únicos en dejarnos para siempre en el pasado 2016. Porque archiconocidos nombres sin los cuales resulta imposible entender y explicar ya no solo la trayectoria y vida de nuestra Cofradía de Nuestro Padre Jesús, sino la Semana Santa de Jaén, como Luis Escalona Cobo o nuestra admirada e indiscutible embajadora de Jaén en el mundo, Charo López, quien nunca faltó a un Viernes Santo en su Jaén para cantarle a su Señor, también se marcharon para siempre, para compartir la Morada Eterna en compañía de Nuestro Padre Jesús. Y qué decir decir de Vicente Oya o de Fernando Palomeque Messía, nombres estrechamente ligados, igualmente, a nuestra cofradía, desde ancestrales generaciones, como en el caso de la familia Palomeque.

          Pero hay que volver a la realidad. La marcha de nuestros hermanos, a los que no olvidaremos por muchos años que pasen, no debe hacernos olvidar que nos dejaron para esperar la Resurrección, por lo que aún cuando no debemos olvidar su memoria, hemos de recordar que debemos seguir, con esfuerzo, adelante, en nuestro discurrir diario, teniendo sí siempre vivo, el ejemplo de compromiso por la vida cofrade y devota, expresión de fe viva, que nos legaron. Y así, una nueva sección “Vocalías y secciones” supone la continuación de nuestro día a día, con vocación firme de hacer y construir hermandad.

El peso más que significativo de esta sección en el conjunto de todo el boletín –se encuentra integrada por ocho artículos- es un signo más que evidente de la importancia trascendental de nuestras vocalías en el funcionamiento diario de nuestra Cofradía, al representar la vía activa a través de la cual se diversifica y ramifica esa vida cofrade activa que va mucho más allá de acompañar a nuestras imágenes titulares en su salida y desfile procesional. Son los responsables de cada vocalía, de hecho, los que actúan de portavoces y altavoces para proclamar nuestra misión, para difundir y divulgar al resto de cofrades, pero también a los interesados en general las distintas labores y tareas acometidas a lo largo del año cofrade. Felipe Segundo García, Ángel Lázaro, María Isabel Pérez, María Mercedes Palacios, Manuel Escudero, Tomás Arias, Juan de Mata Palacios y el propio consejo de redacción van desgranando, paulatina y detalladamente, en qué ha consistido esa misión comprometida de esta cofradía, de una gran familia –retomando las palabras del propio Felipe Segundo García- integrada por miembros de muy distinto origen y procedencia que se unen en torno a nuestras comunes devociones, teniendo en las vocalías el camino abierto para ser vivo ejemplo de Cristo durante todo el año, más allá del Viernes Santo. De hecho, si hay una línea que unifique el contenido de los distintos artículos relativos a cada una de las vocalías es este precisamente: la demostración palpable, a través de los distintos relatos de sus responsables, de que desde la misión espiritual del fomento al culto a la Eucaristía, nuestra cofradía es una vía a través de la cual practicar activamente los principios ya anunciados en el Evangelio de San Mateo: el servicio al otro, a nuestros hermanos, a través de las visitas y acompañamiento a enfermos y personas necesitadas, la colaboración con Cáritas Parroquial; sin olvidar, al mismo tiempo, la necesidad de una formación continua, que no solo debe limitarse a nuestro plano profesional, sino que también debe contemplar, sin extrañarnos, nuestra formación en materia religiosa y de fe, y cómo no, sin perder de vista la mirada al futuro, a las nuevas generaciones, con la esperanza de que ellos serán nuestros sucesores, de ahí que resulte fundamental la labor de la vocalía de juventud, vital para sentar un profundo poso en el que se asienten las bases de la fe de nuestros hoy niños y jóvenes, que mañana tomarán el testigo y nos relevarán. Y cómo no, los promitentes, sin los cuales no podría entenderse una cofradía como la de Nuestro Padre Jesús, ejemplos vivos de devoción y fervor, transmitido en muchos casos de generación en generación en el ámbito familiar, entre los que la palabra hermandad, como bien señala Juan de Mata Palacios, adquiere su más esclarecedor sentido. Y todo ello sin olvidar la difusión, la divulgación. Porque el ser mensajero de Cristo también tiene una variable cultural que no podemos olvidar, a la que vocalías como la de Publicaciones ayudan fehacientemente a través de tareas encomiables como la elaboración de un boletín como el de Jesús Nazareno, labor, que aunque no lo parezca a simple vista, no resulta para nada fácil ni sencilla, al requerir de la colaboración de un sinnúmero de personas.

          A continuación, prosigue una nueva sección que bajo el epígrafe “A los pies de Jesús de los Descalzos” nos recoge tanto en prosa, como principalmente en verso, los sentimientos más profundos de los devotos de Nuestro Padre Jesús, desde el ensayo intimista de Paqui Cámara, a las sentidas poesías pronunciadas en nuestra tradicional Ofrenda Poética del Jueves Santo de 2016 por Antonio Ramos y José Gersol.

         

          Una sección que queda ligada, directamente con la siguiente, titulada “Sine Labe Concepta”, que casi como sección paralela a la anterior, atiende, en prosa y verso, a nuestra Madre María Santísima de los Dolores, en una ocasión, por otra parte, más que digna de rememorar, al haberse conmemorado en el pasado 2016 el 275 aniversario de su consagración, como bien rememora María Luisa Fontecha en un artículo que glosa dicho acontecimiento, especialmente celebrado por nuestra Hermandad el año pasado. Y como su Hijo, también Nuestra Señora de los Dolores recibe la ofrenda a modo de verso de sus fieles devotos, recogiéndose en las páginas de nuestro boletín dos poemas glosados durante la ya citada Ofrenda Poética del Jueves Santo, de Antonio C. Rodríguez y nuevamente, José Gersol.

          La sección “Cuaresma y Viernes Santo” presenta al lector el relato del tiempo preparatorio a nuestra Semana Mayor pasada, así como al desfile procesional de nuestras imágenes titulares, en un relato donde no prima tanto lo escrito, sino principalmente lo visual, donde dos apartados como nuestra ya conocida “Galería de imágenes” o la “Crónica Gráfica” del viernes santo, imprescindibles en nuestras revistas, adquieren un especial protagonismo, como memoria gráfica que perdurará en el tiempo para que un día las futuras generaciones descubran cómo fue nuestra forma de encontrarnos con Jesús y su Madre en 2016.

          La crónica gráfica actúa como antesala de una nueva sección, “Colaboraciones”, abierta a todo aquel que quiera recoger y compartir sus impresiones y sentimientos. Variada sección, inaugurada con un interesante artículo de Francisco de Asís Sanmartín glosabdo la semblanza de nuestro pregonero Madrugada 2017, Manuel Contreras Pamos, interesante trabajo para conocer más de cerca a un personaje de sobra conocido en Jaén por su actividad profesional, y que comparte su amor por el deporte, con su pasión por el mundo cofrade, por la Semana Santa y el tiempo de Gloria, y a quien todos tendremos la oportunidad de escuchar en tan solo una semana.

          Este da paso a un artículo comprometido, de Carmen Cárdenas, que como Vicedelegada de Manos Unidas de Jaén nos recuerda la necesidad de comprometernos con causas como las defendidas por su asociación, en un esclarecedor trabajo en el que nos resume la gran labor realizada a partir de las ayudas recabadas en la ciudad de Jaén y que está permitiendo hacer frente a un proyecto para atender a 39 poblaciones y mas de 3.000 personas en situación de pobreza extrema en la comarca de Monguel, en Mauritania.

          Y cómo no, sección abierta a los fervorosos sentimientos que despiertan nuestras devociones. En esta línea se enmarca el trabajo “Siendo tus pies”, de Irene Rojas, dedicado a nuestra Santa Marcela, muestra del sentir despertado en lo más interior de una joven promitente, que ha alcanzado la aproximación íntima con Dios a través de dicha dedicación; una Verónica a la que también Antonio C. Rodríguez dedica uno de sus poemas en este boletín.

          Nuestra revista no podía finalizar sin dedicar una sección a la historia, apartado fundamental e imprescindible, porque jamás comprenderemos nuestra realidad presente si no tenemos en cuenta, ni valoramos críticamente el pasado, que bajo el título “A través de la historia” aúna dos interesantes artículos de Juan Ramón Ruiz y Araceli Cazabán. El primero representa un muy útil artículo de divulgación centrado en nuestra casa, en la iglesia de san José de los Descalzos, presentándolo como un modelo arquitectónico en la ciudad de Jaén, que no olvida tener presente la historia comparada, advirtiendo la existencia de influencias o paralelismos con otros templos españoles y europeos, nacidos bajo las directrices del concilio de Trento. El segundo nos lleva a fijar nuestra mirada sobre uno de nuestros cofrades ilustres, el marqués de Villalta, don Antonio José Fernández de Villalta y Uribe, personaje clave del Jaén decimonónico y de inicios del siglo XX, cofrade destacado de nuestra cofradía y responsable de costear, junto a su hermano, el dorado de la cúpula de la iglesia de la Merced, tras el traslado a dicho templo de Nuestro Padre Jessús en 1878, razón más que suficiente para recibir un pequeño homenaje en estas páginas.

          El boletín no podía finalizar sin la sección “Cucharillas y cucharones”, anunciándonos ya, el tiempo en el que nos encontramos, los inicios de una nueva Cuaresma y el preludio de una nueva y esperada Semana Santa, recogiendo informaciones relativas al itinerario que seguirán nuestras imágenes titulares en su procesionar por las calles de Jaén, así como informaciones relativas al traje de estatutos y otras normas a tener presentes por todos aquellos que deseen procesionar, a lo que se suma, como colofón un par de notificaciones sobre la actualización de datos, a modo de comunicación para los cofrades.

          Y hasta aquí este nuevo número, el 36, de nuestro boletín Jesús Nazareno. Denso y amplio volumen en número de páginas, sin lugar a dudas, uno de los más extensos entre los editados en la provincia, rico y variado en contenidos y temáticas, redactado con un objetivo prevalentemente divulgador, cumpliendo así con su misión fundamental de llegar a todos los públicos, pero con rigor y seriedad, sirviendo de vía no solo cultural o transmisora de noticias, sino también, como un válido instrumento más para la formación de todo aquel que opte no solo por hojear sus páginas, sino por leer los distintos trabajos recogidos. Todo ello aderezado con una cuidadísima maquetación, que como no podía ser de otra forma, ha vuelto a salir de la maestría de Blanca Impresores, en la que se funde la pasión profesional por el trabajo bien hecho, por el amor por la Semana Santa, ofreciendo resultados tan dignos como el que aquí se nos presenta.   

          No nos extendemos más. Es la hora de dejar tiempo a todos ustedes para adquirir su ejemplar, animándoles a descubrir por sí solos lo aquí ya avanzado o lo que sería, sin duda, mucho mejor: a darles pie a comprender y valorar aún más si cabe nuestra actividad diaria de hermandad, sirviendo de acicate, no solo para realizar una lectura de todos estos textos sin más, sino para dar un paso más allá en nuestro compromiso particular con nuestros hermanos, con nuestra cofradía, con nuestro Jesús de los Descalzos y María Santísima de los Dolores.

          No digo más. Feliz y provechosa lectura.